martes, diciembre 25, 2007

Cositas varias


Hoy es Navidad y, aparte del 1 de enero y el jueves de Thanksgiving (algo que ya había mencionado antes), es el único día en que está todo cerrado (¡incluídos los McDonald's!) y no se ve un alma en la calle. Bueno, por la tarde hemos empezado a ver gente salir de sus casas pero, supongo, estarían medio dormidos y despistados, como nosotros, buscando algo de diversión en un día tan aburrido. Aburrido para los mayores, claro está, porque para los peques americanos es el día más importante del año. Y, si no, que se lo pregunten a los míos, que no son americanos pero allá donde fueres...

Buscando regalos para Pedro el Grande (cosa que me resulta más difícil cada año que pasa), he visto cosas muy curiosas como, por ejemplo, una máquina que te busca el aparcamiento ideal para tu coche. Me ha entrado risa porque yo, en Santa Cruz, me conformo con encontrar aparcamiento y punto. O un bolígrafo que escribe al revés, (por si alguna vez vas al espacio y necesitas anotar algo). Y un aparatito que te avisa si tus chuletas se están quemando (¡como si no las pudieras oler!). Ah, y uno muy útil para los amantes del supermercado: ¡una máquina a la que le dictas la lista de la compra y te la imprime! En fin, no sé por qué me cuesta tanto elegir, la verdad, con tanta buena idea.

Resulta extraño ver a la familia aquí, en un lugar que no es el conocido común. Pedro, Petri y Ana (los padres y hermana de Pedro) han venido a visitarnos y arroparnos durante las fiestas. Aunque debemos tener cuidado, si nos despitamos se llevan a los niños de vuelta a Tenerife... ¡Cómo están disfrutando de ellos! Y, por supuesto, nosotros de su compañía (¡y del turrón y embutidos que han traído!)

Y, a pesar de ser la peor Navidad de toda mi vida, estoy comiendo turrón y viendo a mis hijos abrir regalos y reir. Sonrío hacia adentro cuando digo cosas como, "Que Papá Noel te están vigilando, ¿eh?" o "Te van a traer carbón los Reyes." Busco como loca el regalo perfecto para todos en casa y me entretengo con accesorios inútiles. Y como más turrón...

3 comentarios:

Margarita Figueras dijo...

Mi niña no te queda más remedio que hacer lo que haces ya que es lo único que te despista un poco al centrarte en otras cosas como buscarle regalos a los niños. Con su sonrisa y alegría las penas pasa un poco, al menos un rato, sigue así que es el camino correcto. Menos mal que tienes a tu lado a tu Pedro y a su familia, eso ayuda. Besitos y que el próximo año sea buenísimo y que esa sobrina que esperas, sea la alegría de la casa y lleve el espíritu de la abuela...

Berna. FCO. RGUEZ. dijo...

Entiendo que tengas problemas para decidirte por un regalo para Pedro ¡con todos esos regalos enrolladísimos, quién los pillara!
Lo digo en serio.
¿Por qué no se los compras todos?
;-)

Susana dijo...

Aquí siempre hay gente por la calle, sea navidad, año nuevo o el día de los santos inocentes. No me acostumbro a las ciudades fantasmas de California, en la que la posibilidad de encontrase con algún conocido en la tienda o en la calle es casi remota. Tan remota como que te pisen o te den un golpecillo caminando por la acera, lo cual me pasa aquí y hasta casi me hace ilusión. Como tampoco me acostumbro a saber que estás tan triste. A veces lo pienso y me da por pensar que estás bien, pero es más wishful thinking que otra cosa, pues imagino que estas navidades sean casi cualquier cosa menos “merry”. Ya lo siento, y lo que siento es no estar allí para poder darte un achuchón. Pero bueno, ya queda menos para poder hacerlo.
Hasta ese momento, te mandamos el beso más grande, que es el mejor regalo que se me ocurre para tí estos días, y ese te sirve tanto si vas a hacer la compra, como si te vas a al espacio o como si estás aparcando. ¡Muas!