miércoles, febrero 27, 2008

Pirómanos consumados



Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Bien, pues nosotros tropezamos con una roca la primera vez y ahora, menos mal, sólo hemos tropezado con una china. Y es que hace unos días, estaba cocinando y hablando por teléfono a la misma vez cuando puse una sartén al fuego y me lié con la conversación. Al girarme hacia la sartén (o guiada por un instinto de alarma) vi que se me había prendido fuego. Sé que taparla inmediatamente ahoga el fuego y termina por matarlo pero la tapa que usé no debió de ser la adecuada y no funcionó. Para ese entonces, los nervios me tenían secuestrado el estómago y ni decir tiene que la conversación teléfonica había acabado con un "¡Ay, mi madre, la sartén!". Pensé, por un momento, en llevar la sartén al jardín pero, como la casa tiene moqueta, una simple llama en el suelo podría ser mortal. Luego se me ocurrió que tropezar yo, tropezar con cualquiera de mis hijos corriendo hacia mí o enredándose entre mis piernas podría ser aún más mortal.

Así que, teléfono en mano y llorando, sí, llorando del susto, cogí a los niños, salí corriendo de la casa y llamé al 911. Por primera vez en este país, llamé al teléfono de urgencias de la policía y grité que había fuego en casa. Tras pedirme que me calmara, la operadora me pidió dirección y teléfono y me aseguró que los bomberos acudirían en un momento. Y, de hecho, lo hicieron, pues la estación está a menos de cinco minutos de casa. Vinieron dos camiones y tras preguntarme si había alguien más en la casa, entraron, apagaron y ventilaron. Y, mientras tanto, yo de pie, en la calle, llorando amargamente por lo que pudo haber sido.

Y digo pudo porque, afortunadamente, no hubo mucho destrozo. La campana está bastante quemada (más bien llena de hollín que no se quita) y el techo de la cocina necesita una mano de pintura aunque, si no te fijas, el hollín podría pasar desapercibido. Lo que sí hubo fue un poco de destrozo emocional puesto que me vinieron a la mente imágenes de aquel fatídico día de abril, hace casi dos años, en el que casi perdemos todo por causa de una estufa.

Para colmo, cuando estábamos fuera y los bomberos dentro, uno de ellos salió para enseñarle a Pedro el camión de bomberos. Había una avispa volando alrededor de nosotros y el bombero la espantó, con tan mala suerte que se posó en el cuello de Diego y le picó. Menos mal que los bomberos están preparados para todo y enseguida elaboraron un ungüento casero con bicarbonato y agua y se le pasó la hinchazón en un abrir y cerrar de ojos.

No puedo con el fuego. Le tengo pánico. Me asusté mucho y, a pesar de que intenté mantener la calma, no pude controlar ni mi cocina ni mis sentimientos. En realidad, tampoco fue para tanto; en unas horas ya lo había limpiado todo y quizás tengamos que reponer la campana. Es una pena que el miedo y los malos recuerdos no se repongan tan fácilmente.

sábado, febrero 23, 2008

Oscars 2008




Desde hace muchos años, en la noche de los Oscars, hago el gran esfuerzo de quedarme despierta (puesto que hay ocho horas de diferencia entre Tenerife y Los Ángeles) para poder disfrutar la ceremonia en vivo y en directo. La verdad es que siempre me cuesta y termino quedándome dormida con los premios rollazo (mejor guión adaptado, mejores efectos especiales, mejor corto documental...) para despertarme con el premio al mejor actor, director y película.


Pero este año, por tercera vez en la historia de mis Oscars, voy a poder disfrutar del glamour de Hollywood por la tarde/noche, a una hora decente y sin la Ana García Siñeriz o Angels Barceló traduciéndome mal, comentando tonterías y hablando justo cuando alguien va a decir algo interesante.


No he visto casi ninguna de las pelis este año ni he decidido quién es mi candidato favorito para los premios importantes. Y, en realidad, da igual, porque este año nadie me va a quitar mi alfombra roja a las 5 de la tarde y sin traducir.

lunes, febrero 18, 2008

Dulces







Acostumbrada a los bizcochos caseros, milhojas y petisús de la repostería española, nunca había tenido tanta curiosidad por hacer un dulce más anglosajón (aunque la tentación de probarlos todos sí...). Así que me aventuré el otro día a hacer un "pie" de moras y frutos del bosque al más estilo americano. Lo primero que me vino a la mente cuando vi la foto en el libro de cocina fueron los dibujos del oso Yogi y los pasteles que le robaba a los humanos que estaban haciendo un picnic en el parque nacional de "Jellystone" (que es una copia cómica del parque natural de Yellowstone http://www.yellowstonenationalpark.com/). Luego ya no me vinieron a la mente sino malos pensamientos puesto que Pedro quiso ayudar y llenó toda la cocina de harina y azucar.

Es curiosa lo distinta que es la repostería en este país. Distinta a lo que estamos acostumbrados, por supuesto, ya que todo sabe a gloria y engorda igual en California como en Canarias. Aquí usan mucha mantequilla para los dulces y casi todo tiene un sabor a canela que se aprecia tanto en el sabor como en el olor. Las almendras, el merengue y la crema pastelera, famosas en nuestra repostería, brillan por su ausencia y pocas cosas están bañadas en chocolate como en España. Más bien el chocolate lo ponen dentro de la masa (los llaman "chips". Sí, como las galletas Chips Ahoy) para que se derrita en tu boca cuando lo estés comiendo (sí, como los Maltesers) y la crema que usan se llama "custard" pero no se parece en nada a la nuestra. Hay mucha magdalena enorme, a la que llaman "muffin", y "brownies" por doquier. Por no hablar de los miles de tipos de galletas (y no María, precisamente) o el "peanut butter" (la crema de cacahuetes, casi un símbolo nacional) que lo ponen hasta en la sopa.

Otro día hablaré de lo difícil que es ponerse a dieta en este país pero no hoy, que sólo de pensar en lo bueno que salió el "pie" me dan ganas de probar a hacer unos "cinnamon muffins" (magdalenas de canela). Gigantes, claro.

lunes, febrero 11, 2008

De aquí y de allá







De mi amigo Berna (oh, Granada, qué tiempos aquellos...) y su gran blog http://ysidejodefumar.blogspot.com/ he copiado hoy la idea de hacer un potpourri de anécdotas y novedades.
Cumpleaños
Diego cumplió el jueves pasado dos años y celebramos su fiesta el viernes junto con su amigo Yeray (sí, hay más canarios en California), que cumple también dos hoy, precisamente. Fue una fiesta a la que sólo estaban invitados niños de su edad (y algún hermanito, claro), para que no hubiese ningún niño mayor que atropellara a los peques. Y fue en una sala común que tiene la urbanización donde vive la mami de Yeray y que está libre para que la alquile algún vecino cuando le apetezca celebrar algún evento sin tener que ensuciar su propia casa. Los niños lo pasaron muy bien, jugaron con varios juguetes que llevamos para todos y soplaron sus velitas con mucha gracia y aplausos.
Urgencias
No me puedo creer que hayan pasado ya dos años y que este pequeño terremoto se nos haga mayor. Es simpático, risueño, independiente pero tiene mucho genio y una actividad inacablable, Tanto así que ayer domingo salimos corriendo para urgencias, en pijama, a las ocho de la mañana. Y es que jugando, se cayó, se dio un golpe contra el mueble de la tele y se abrió una brecha que le sangraba son parar. Como Pedro siempre ha sido un niño muy calmado, éramos primerizos en cuestión de sangre y heridas, así que si no nos dio un ataque fue de milagro. Y en urgencias, como debe ser, nos hicieron esperar dos horas y media para coserle cuatro puntos a nuestro tsunami andante.
Yahoo!
En Yahoo! han despedido (laid off) hoy a muchos, muchos de sus trabajadores (no sé el número exacto pero sí sé que ha sido una pseudo masacre laboral) y Pedro se ha salvado. Aún así, han echado a dos compañeros y amigos suyos de la empresa que tenían los cuatro amigos y que compró Yahoo! hace dos años. Según me contó Pedro, las despedidas han sido como en las películas: llaman al trabajador a la oficina del jefe, sale con los ojos medio llorosos y, con una caja en la mano, se va a su mesa a recoger sus cosas y meterlas en la caja. Pedro se ha quedado muy triste y le dio mucha pena sentirse un poco aliviado y contento de que consideren que él es un trabajador necesario. No sé qué pasará de ahora en adelante pero creo que deberíamos de consultar precios de mudanzas internacionales, por si acaso...
Canarios conduciendo
Hoy fui, junto con una amiga y su hija pequeña, a visitar a otra amiga que vive a una hora y cuarenta minutos de aquí (de autopista pura y dura), al norte, en un pueblo que se llama Oakley (no Oakland). Salimos temprano y volvimos casi a las cuatro de la tarde para intentar no pillar la hora punta (que en este país es a las cinco de la tarde). Y cómo le cuesta a un canario conducir más de tres horas en total, sumando ida y vuelta. Llegué destrozada y desesperada por bajarme del coche a estirar las piernas y hacer ejercicios de cuello. Pero luego me puse a pensar que, en realidad, tampoco es para tanto, ¿no estuve yo yendo a Icod de los Vinos ida y vuelta durante tres años? Bueno, pero no es lo mismo porque en la autopista 680 de aquí no se ve El Teide.
Y eso es todo por hoy, amigos. Ah, y gracias, Berna, por tus inspiradores boletines informativos.






jueves, febrero 07, 2008

Demandas

El martes fuimos al cumpleaños de una amiguita de Pedro, Sofía, que se celebraba en un sitio muy chulo que se llama "Pump it Up" http://www.pumpitupparty.com/ y que tiene unos castillos y toboganes inflables para saltar y tirarse. Después de estar una hora y media saltando, pasas a una habitación muy mona en la que meriendas y comes pastel. Los padres lo pasamos bien porque vimos cómo los niños disfrutaban de lo lindo volviéndose locos de un lado para otro y sin parar.

Pero lo curioso del sitio es que, antes de que los niños puedan entrar a saltar, te hacen firmar un papel con una lista larga, larga, de las cosas que les pueden pasar a los niños y de las que ellos no se hacen responsables. Y es que en este país, el miedo a la demanda y a que una empresa tenga que pagar millones de dólares a un cliente accidentado es terrible. Por supuesto, firmé, asumiendo el riesgo de que si mi hijo se mata porque las colchonetas se desinflan y lo asfixian la culpa es mía por aceptar sus condiciones. Pues qué madre va a dejar a su hijo sin ir a la fiesta de cumpleaños, por mucha rabia que me de que la empresa se limpie las manos de toda responsabilidad.

Cuando volví a casa me puse a mirar en Internet para ver si realmente es justificado que me obliguen a firmar si quiero entrar en sitios así pero me distraje leyendo casos de demandas ridículas que, para colmo, ¡han ganado! Está el caso de una señora que demandó al perro guía de un ciego porque el ciego la pisó en un centro comercial o la secretaria que acusó a una compañía de ordenadores por no avisar de los daños (a los dedos) que produce el teclear. Un señor acusó a una compañía cervecera de no tener éxito con las mujeres después de tomar su cerveza. Y la chica que entró por la ventana de una discoteca para no pagar la entrada, se cayó, se rompió las paletas y ahora la discoteca ha tenido que pagarle $12,000 y el arreglo del dentista. Y mi favorito, un señor que demandó a un periódico porque en un cupón que había para recortar no avisaban de los peligros de cortarse con la tijeras mientras recortabas.

Cualquiera diría que estamos en un país de locos o de tontos pero nada más lejos de la realidad. Listos, muy listos estos americanos... Aunque, pensándolo bien, tampoco hay que irse muy lejos para ver cómo gente sin escrúpulos abusa de los demás para ganarse unas perrillas http://www.elmundo.es/elmundo/2008/01/25/espana/1201260257.html. Nada, que tengan cuidado la próxima vez que inviten a alguien a casa, por ejemplo, no sea que se tropiecen con algún juguete de sus hijos y les demanden por daños y perjuicios (que también ha pasado).