jueves, enero 08, 2009

Berkeley



Ayer estuve en la ciudad universitaria de Berkeley. Está a una hora exacta de Santa Clara y en el norte del área de la bahía de San Francisco, por encima de la ciudad de Oakland.

Berkeley tiene todo el encanto de una ciudad universitaria, con gente joven caminando por sus calles llevando mochilas o libros en los brazos, parejas sentadas en el césped del campus y bicicletas que cruzan semáforos. Berkeley, además, es la universidad más liberal del país, con lo cual, la ciudad está llena de carteles de alguna manfiestación, conciertos protesta y algún que otro hippie anclado en los años sesenta, época en que la reputación acitvista de los alumnos de la universidad era bastante conocida (las protestas en contra de la guerra de Vietnam o la lucha feminista son algunos momentos históricos en el campus).

Cuando paseas por las calles de Berkeley, ves pasar coches destartalados conducidos por señores con barba larga y gafas y piensas que todos ellos podrían ser profesores excéntricos de alguna facultad de la universidad. Ves las casas viejas y mal ciudadas e imaginas que están llenas de estudiantes que hacen fiestas locas por las noches y amanecen dormidos con gente con la que nunca se juntarían en el aula. Hay miles de tiendas de libros, discos y tebeos de segunda mano a precio de estudiante y la gente come sentada a la puerta de cualquier sitio de comida barata y con pinta de ser casera.

Nosotros comimos en restaurante muy famoso llamado Chez Panisse http://en.wikipedia.org/wiki/Chez_Panisse que, he oído, es el mejor restaurante de California y, dicen algunos, de Estados Unidos. Es famoso porque su dueña, Alicia Walters, fue la precursora del movimiento de comida orgánica, que tan de moda está ahora en este país. A mí me pareció que la comida estaba buena pero no tanto como cualquier buen restaurante español que se precie. Aún así, los precios son altos pero razonables y la casa antigua, remodelada, en la que está el restaurante es muy pintoresca.

Sentada en una de las mesas y mirando por la ventana, me puse a pensar que este sitio no es muy típico de Berkeley. Es decir, sí es un sitio de referencia en la ciudad pero no refleja la vida universitaria. No había ni una sola persona en Chez Panisse con pinta de estudiante, ni creo que alguno hubiera podido pagar los precios del menú (recordemos que Berkeley es una universidad pública, no es Harvard). Me hubiese gustado comer fuera, en la calle, hojeando un libro viejo, recién comprado. Hubiese querido montar en bici por las calles y, por un momento casi fugaz, añoré mis días de universidad en una ciudad parecida, Granada, los montones de apuntes y las noches de estudio y parchís.

5 comentarios:

Margarita Figueras dijo...

Ay chacha, que envidia... Cómo se nota que estás hasta el moño de tanto marujeo, de tanto niño y de tantas responsabilidades. Unete al club chica, ya no hay tiempo para una... Aprovecha todo, que así nosotros tambien leyendo todo lo que nos escribes. Entra deseos de estar ahí viendo y probando todo lo que describes.
besitos
adita

Berna. FCO. RGUEZ. dijo...

Tuve una estudiante americana a la que le pregunté si ella también colgaba la bandera en su porche, y me respodió:
¡Hey Berna, yo soy de Berkeley!
:-)))

Siempre he sido yo dijo...

"de universidad en una ciudad parecida, Granada, los montones de apuntes y las noches de estudio y parchís." ...

... estudiando en verano sentadas en el suelo en ropa interior y cambiando de baldosa cada vez que se calentaba. Jooo me has emocionado :********

Maite dijo...

Sacando letras de canciones, haciendo cola en la cabina muertas de frío, "hundiéndonos" en el sofá muertas de risa con Berna, viendo "El Príncipe de Bel Air", quemándole la cocina con cera a la casera (¿cómo se llamaba?), fregándole los pies a la inglesa amiga tuya, espantando a Malosh...

Susana dijo...

Es verdad, ya no tenemos tiempo para ir a la uni, ni para montar en bici, ni para volver a ser lo que un día fuimos. Nos hacemos mayores...
El año que estuve viviendo en el East Bay (Hayward) iba bastante a Berk. ¿No te da la impresión que los "hippies" de ahora son un poco desleídos, descafeinados, hippies de papá? Me pasa lo mismo cuando voy a Santa Cruz. Llegué a pensar incluso que los mantienen porque ambos sitios viven de esa reputación que antaño fue cierta, pero que hoy no es más que un decorado de cartón-piedra.