domingo, julio 13, 2008

Descuido




El diccionario de la RAE define la palabra descuido como omisión o negligencia. También encontramos una segunda definición: olvido o inadvertencia. Quizás también podría significar desatención, falta de aplicación. En definitiva, falta de cuidado.


La semana pasada en Logroño, una niña de cuatro años se cayó desde la ventana de un cuarto piso, cuando se estaba asomando, y murió. En la radio, cuando daban la noticia, decían que había sido por descuido de la madre. Una madre negligente, que no tuvo cuidado o desatendía a su hija y se olvidó de ella.


En realidad, sucedió que la niña se cayó porque no había nadie que en ese momento la estuviera vigilando pero no me parece justo o acertado el uso de la palabra "descuido". Me parece injusto porque sé, por propia experiencia, que lo más probable es que la madre no estuviera desatendiendo a su hija a propósito o que fuera una negligencia y falta de aplicación, como da a entender la palabara "descuido". Seguramente, la madre estaba en la cocina cocinando, limpiando o ambas cosas a la vez. Mientras, estaría la lavadora puesta y los platos recién fregados. Tal vez ella estuviera pensando, mientras picaba una cebolla, en la pila de ropa que tenía para planchar y a ver si había algo limpio o planchado para poder vestirse para ir a trabajar. Y, además de todo esto, estaría preguntándose en qué se estaría entreteniendo la niña para estar tan callada.


A pesar de que mantenemos un ojo en la cocina y otro en los hijos, es difícil estar atentos a ellos el 100% de nuestro tiempo. Para poder vigilarlos como quiséramos, tendríamos que estar atados a ellos todo el día y toda la noche. Tendríamos que tener todas las ventanas cerradas, todos los enchufes tapados, las llaves de las habitaciones quitadas. Es más, si me pongo a pensar en lo que les ha pasado a hijos de amigos míos, quitaríamos las puertas para que no se pillaran un dedo, vaciaríamos las piscinas o pararíamos las escaleras mecánicas para que no les arrancaran los deditos. No habría coches que los pudieran atropellar o árboles de los que se pudieran caer...


Hoy he sabido que la madre de la niña que se cayó no estaba en casa cuando sucedió. Después de todo, sí que parece que fue un descuido.

2 comentarios:

alicia barajas dijo...

Querida Maite, sí parece que fue un descuido en este caso, pero eso no invalida tu escrito... Efectivamente, la vida es riesgo y cuando hablamos de niños pequeños cualquier cosa insignificante cobra la dimensión del cuchillo de psicosis. A veces, la vida nos recuerda con un zarpazo que está hecha de peligros, de dificultades, de logros y de accidentes... y nos avisa de que estar aquí es ser suceptible de que nos suceda cualquier cosa... y eso puede pasar aunque estemos haciendo nuestro trabajo sin descuido. Un beso.

Susana dijo...

Es fácil criticar, al menos yo peco de ello. Pero desde que me quedé embarazada y desde que inundé y aniquilé mi portátil, he intentado volverme más comprensiva con los "descuidos".