jueves, junio 28, 2007


Qué larga se hace la espera cuando esperas; más larga aun cuando no sabes qué te espera. La empresa de mudanza que se encargará de llevar nuestra casa a California no ha dado señales de vida y, se me ocurre a mí, tendrían que darse prisa puesto que nos gustaría ponernos en marcha el 26 de julio. Por otro lado, se acaba junio y siento que julio vendrá como un huracán de cajas, maletas y estrés. ¿Será posible esperar sin perder la paciencia?

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