sábado, enero 23, 2010

¿Sigo?


Esperando a que llegue la pequeña Ana, me planteo si seguir con el blog o no. Muchos me animan a hacerlo, puesto que hay tanto que contar, pero yo me desanimo con el poco tiempo que tengo o que me va a quedar cuando nazca la niña. De hecho, ahora siento sus pataditas como si quisiera avisarme de que va a captar toda mi atención en cuanto venga al mundo.


Mientras tanto, espero. Y me pregunto cómo será el parto y nacimiento aquí. Me han contado que aquí las enfermeras y el personal sanitario es mucho más amable que en España. Te tratan como una princesa, dicen. También me aseguran de que no existe paritorio sino que, cuando ya estás dilatada, le bajan las luces a tu habitación, le sacan bridas a tu cama y te traen a la habitación el bisturí y todas las herramientas necesarias para parir en un abrir y cerrar de ojos. Ah, y me cuentan también que puedes pedir que te pongan un espejo para ver salir a tu bebé, que Pedro puede cortar el cordón umbilical o que cuando sales de la clínica alguien baja contigo hasta el coche para asegurarse de que tienes la sillita del bebé bien atada y puesta en el asiento del coche.


En fin. Mientras espero y escribo esta entrada pienso que me da pena dejar de relatar esta experiencia que es vivir en USA. Y como de eso es de lo que trata mi blog, voy a hacer un esfuerzo por mantener esto al día. Y Ana que se aguante un poquito, que seguro que más adelante le gustará leer lo que escribía su madre sobre el país en el que nació.