domingo, marzo 29, 2009

Tía en América


Hace unos días leí una entrada del blog de mi amiga Alicia Barajas, http://sinkuenta.blogspot.com/, titulada "Yo tengo un tío en América". En ella, Alicia cuenta cómo su tío y su mujer emigraron a Los Ángeles por buscar una nueva experiencia o aventura. Su tío encontró un buen trabajo como patólogo en UCLA, sus hijos nacieron allí y allí hicieron su vida, a pesar de añorar su tierra y a su familia y amigos en Tenerife.


En definitiva, lo que me impresionó a mí es el hecho de que se quedaron allí. Para siempre. Fueron a la aventura y nunca regresaron a su casa. Las cosas les iban bien y decidieron quedarse. Los tíos de América no volvieron.


Muchas veces me pregunto si nosotros seremos "los tíos de América". Por ahora, las cosas nos van bien aquí. Los dos, afortunadamente, tenemos dos buenos trabajos que no peligran, los niños hablan inglés ya con bastante soltura y hemos encontrado actividades y ocio que nos mantienen ocupados casi todos los fines de semana. El único precio que pagamos por vivir razonablemente bien es lo que dejamos atrás: la familia y los amigos.


Es por esa razón que siempre vivimos con la esperanza de que volveremos a casa dentro de un tiempo, de unos años. Pero, ¿y si no volvemos? ¿Y si estamos tan cómodos aquí que ya no nos atrae lo de allí? ¿Y si vamos perdiendo los lazos que nos atan allá...?


Ya tengo los billetes comprados para irnos a casa este verano. Los tíos de América vuelven a casa. Por lo menos, este año seguro.

sábado, marzo 07, 2009

Curiosidades



Tenemos un limonero y un naranjero en el jardín. Son dos árboles medianos, que nos han dado la alegría este invierno de estar cargados hasta arriba. Durante estos meses, hemos ido cogiendo limones y naranjas a nuestro antojo. Hasta que ayer, lamentablemente, se nos han acabado las naranjas. Al coger las últimas, ¡nos hemos encontrado con varias totalmente vacías por dentro! No sabemos qué animal o bicho (sospechamos de nuestras amigas las hormigas) ha estado comiendo a nuestra costa pero lo curioso es que las ha dejado limpias y lisas por dentro e intactas y redondas por fuera, como una bola de Navidad. Limones todavía quedan bastantes, aunque muchos sean con esta forma tan, tan rara.

Ha estado lloviendo durante tres semanas seguidas sin parar. Durante la semana vamos a trabajar y los niños al cole (sin recreo, claro) pero, llegado el fin de semana, nos ha costado buscar actividades para que no nos tiremos de los pelos los cuatro en casa. Y buscando, buscando, nos hemos encontrado con esta piscina y parque acuático interior y climatizado. Y ha estado muy bien, la verdad, porque hemos soñado un poco con el cambio de estación, que se está haciendo de rogar.


Última curiosidad: esta noche cambiamos la hora aquí.